Resultado
Proceso
F.Y.E.O _ For your eyes only
F.Y.E.O Acrónimo de la frase «sólo para tus ojos», que indica que el contenido de un documento es para una persona y no lo puede compartir.
Todo lo que queda detrás o escondido de la luz, no se muestra en la apariencia pero está implícita en la esencia de la obra. Provoca una resonancia interior sorda que constituye un sustrato que a pesar de ser invisible, sustenta el relato. Pienso que las personas que están más preparadas para acceder al sustrato desde la mirada interna son los invidentes. No se dejan seducir por la apariencia de las cosas.
En este sentido y con el fin de tener una mirada que no pase primero por las apariencias, busqué la complicidad de una persona invidente. Le pedí a Georgina que hiciera el recorrido de la exposición «Oscuro latido» a través del tacto y de mi mirada. Las imágenes internas que iba generando, las asociaba con palabras. Palabras que intentaban hacer una aproximación entre su experiencia y la imagen mental de un entorno formal que no podía captar visualmente.
La interferencia que he formulado consta de la proyección de un vídeo en una pared. Las imágenes son de la boca de la Georgina pronunciando las palabras que escogió y que sugieren una voluntad de comunicación que sale desde una boca que mira las piezas que configuran la instalación. Una boca que habla pero que no emite sonido. Sólo articula e intenta establecer un diálogo mudo entre las apariencias.
En el lado opuesto de la sala hay un cubo translúcido. Tiene una luz interior tenue desde donde se pueden escuchar las palabras que salen de la boca. En el momento que estas son pronunciadas, se hacen presentes y desaparecen, pasando a ser una experiencia en la memoria. Resuenan del interior, desde la intimidad y del yo privado hacia el exterior. Se manifiestan en el verbo que es voluntad y acción pública. El sonido de las palabras deslocalizadas de la proyección de la boca que las pronuncia, evoca la distancia entre la mirada externa (apariencia) y la mirada interna (conciencia). Este espacio entre las dos miradas es donde sitúo el camino de tránsito en ambos sentidos, que puede llevar a la tercera mirada (trascendente) para formular la visión triádica del conocimiento.
Gabriel Verderi