2+dos=5

OSCURO LATIDO

FOSC BATEC

02.02 – 10.03.19

Ignacio Llamas, Beatriz López, Fernando Sordo e Isabel Alonso

Interferencia: Gabriel Verderi

TRAÍDO (POR EL VIENTO)

PORTAT (PEL VENT)

16.03 – 21.04.19

Susana Arce, Fernando Sordo y José Luis Bomfim

Interferencia: Irene Pérez

SIEMPRE ULISES

SEMPRE ULISSES

27.04 – 09.06.19

Kati Riquelme, Concha Casajús, Agustín Laguna y Paulo Cacais

Interferencia: Radio Zurich

NOCHE SERENA

NIT SERENA

15.06 – 28-07

Javier Viver, Araceli Merino y Olga Simón

Interferencia: David Contreras


2 + dos = 5

El hilo conductor que une las cuatro exposiciones de este ciclo de Terrassa Comissariat es la utilización de un mismo proceso de trabajo, la comunión artística, es decir, de diálogo profundo y la creación de procesos  de sinergia, empatía y entrega desinteresada a favor de los intereses comunes.

El grupo LAB-CA (Laboratorio de Comunión Artística) está formado por artistas, comisarios, críticos e historiadores que desde hace cerca de veinte años experimentan y teorizan sobre las conclusiones que se extraen de esta práctica creativa.

¿Pero qué es la comunión artística?

Etimológicamente «comunión» significa: participación de algo con otros. Y esa participación implica que el otro es importante, imprescindible desde la perspectiva de la creación artística.

Rotundas afirmaciones de filósofos como “La personalidad del ser madura en el encuentro” (Martin Buber), “que la verdad de ser persona (artista) radica justamente en encontrarse a sí mismo vaciándose en el otro” (Hegel), o que “una relación es alienante sólo cuando no está sostenida por una auténtica apertura al tú; y es realizadora cuando se desarrolla en la confianza plena y recíproca”, han resultado decisivas para desarrollar artísticamente el significado de la potencia de la comunión.

Entendemos la comunión cuando cada miembro de la comunidad pone sobre la mesa lo que tiene, para ofrecerlo desinteresadamente a los demás. En este caso, cada participante aporta sus conocimientos, sus capacidades técnicas y profesionales, su voluntad y su sensibilidad.

La comunión implica íntimamente al ser de cada uno de los participantes, y también del espectador: su humildad y su ego, su generosidad, su ausencia de temor, TODO al servicio del arte.

Para trabajar así, debe estar dispuesto a asumir las premisas: de respeto a los demás y su obra, y la acogida de las ideas ajenas, que implica una renuncia del «yo»; la donación de las propias ideas con total desprendimiento y la responsabilidad frente a sí mismo y de la sociedad.

Cada uno abandona sus talentos a manos del otro; compromete su personalidad por la experiencia conjunta, y salta al vacío perdiendo la seguridad de lo que tiene por algo que desconoce, en el deseo de crear una obra capaz de superar sus limitaciones, su propio mundo.