Il Varco (2019)

¿Qué destacar de nuestra participación en el taller de verano organizado por la asociación Il Varco y celebrado en Corniolo, un pequeño pueblo italiano de la región de Emilia Romagna de 175 habitantes?

Por un lado me quedo con la colaboración entre dos entidades que creen en la potencia del arte, Il Varco y LabCA, que estudian y tratan de experimentar la comunión artística. El encuentro supuso una puesta en común de pensamientos y quehaceres al respecto, y la posibilidad de contrastar las ideas que sobre la comunión habíamos ido sistematizando, en nuestro caso, desde los proyectos del Labca. Estábamos muy contentos y seguros del camino recorrido, y los cuestionamientos recibidos nos hicieron dudar de si todos entendíamos del mismo modo la comunión artística, o si simplemente estábamos en puntos distintos de una misma vía. Aquello me convenció aún más de que la comunión artística no es tanto una meta, ni algo que fabricar o conseguir, sino un proceso en el que encontrarnos, en el que superarnos, en el que ayudarnos a avanzar y a dar el máximo de nuestro potencial artístico, cada uno en el ámbito en el que trabaja.

En segundo lugar deseo recalcar las experiencias expositivas realizadas. Cada artista plástico que participó portó consigo algunas obras, o creó alguna pieza in situ. No se contaba con nada más que algunas herramientas y los enseres de los lugares donde nos alojábamos y celebramos los encuentros teóricos. Intentamos encontrar un lugar para cada pieza en distintos rincones del pueblo: un establo, una casa abandonada, un taller, una mesa en medio de la plaza, música en la iglesia… Cada obra, en un proceso de comunión con el entorno, tuvo su lugar. Desde mi perspectiva, creo que la inserción de estas piezas, en la mayoría de los casos, en lugares descartados, hizo evidente que es posible generar belleza donde aparentemente no existe, gracias al arte y su comunión con el espacio.

Pilar Cabañas