Grupo LabCA
Texto utilizado en las sesiones teóricas del encuentro LabCA 2017
La belleza germinal es la belleza de la donación.
Crear es un acto de suma humildad y de inmensa potencia, cuando lo inspira la gratuidad misma, y no existe un interés ajeno a ello.
Cuando un artista nos convoca para acudir a una exposición, nos invita a aceptar el regalo de sus obras, actos de “belleza”, que son vacío y donación. En cuanto nos son comunicados, a través de la comunión, nos ayudan a los demás a participar de su realidad.
Actos de belleza colgados de las paredes, alejados en un rincón, iluminados por los focos. Actos de amor visibles para ser aprehendidos por el alma, imposibles de contar con palabras.
Comunicar de forma sincera, es donación de uno mismo. Pero si la creación se realiza buscando el éxito, en función de una demanda (quiero decir, se acomoda a lo que se lleva), no es sincera y se convierte en producción fabril. El artista deja entonces de ser “servidor” de la belleza.
HACER ARTE es algo muy distinto de afirmar YO QUIERO SER ARTISTA. Nada de excentricidades, nada de afán de protagonismo personal, sino el protagonismo de una obra que consiga tener vida propia, independientemente de su creador.